La Espera no es Fácil
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6
Nuestro Dios es un Dios de pactos y promesas, su palabra es fiel y verdadera, él ha prometido que nunca nos abandonará y que jamás nos dejará sin su amparo y fortaleza. Si algunas veces sentimos que Dios no actúa a nuestro favor, que nuestra oración no recibe la respuesta que esperamos, debemos recordar que Dios actúa siempre a favor de los que en Él esperan:
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” 1 Corintios 2:9
La espera es difícil. En la espera podemos ser atacados por la duda y el desánimo. Pero debemos recordar que la época de espera tiene el propósito de fortalecernos en Él. Sus tiempos son perfectos, Dios conoce nuestra vida y sabe el momento perfecto para enviar su respuesta. Así que en esos momentos debemos confiar en Dios a pesar de que seamos bombardeados continuamente por la voz de la desesperanza.
A nadie le gusta esperar. No hay nada que disminuya el dolor que sentimos cuando pasan los días y continuamos luchando en esperanza contra el temor de no recibir la respuesta que necesitamos; no importa si son horas, días, meses o años—nuestros pensamientos nos acosan con la angustiosa pregunta: ¿Cumplirá Dios su propósito en mi vida? ¿Me dará Dios la respuesta a mi oración?
¡Pero sea que te resulte claro o no recuerda, Dios ha prometido estar contigo siempre y culminar la obra que ha empezado en ti! No es fácil y tampoco imposible, decide hoy amado hermano confiar y permanecer en la espera por que fiel es Dios para cumplir y darte lo que tu corazón anhela.
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” Hebreos 10:23
Bendiciones.