“Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.” Daniel 9:3

El ayuno nos ayuda a buscar más de la presencia Dios. Para someter nuestra carne y fortalecer el espíritu. Nos dirigimos a Dios en oración súplica y clamor, meditamos en su palabra y encontramos fortaleza en su presencia.
Oración
Amado Señor, inclina señor tu oído y escucha nuestra oración y responde a nuestro clamor. ¡Te necesitamos! Vivimos en tiempos de mucha confusión guíanos por tus sendas somos tus hijos y buscamos tu dirección y ayuda. Protégenos del enemigo y aparta de nosotros al destructor en el poderoso nombre de Jesús, amén.